“El devorador de calcio” o “Calciumfresser” es un cuento corto de ciencia ficción escrito en 1960 por el autor austriaco Herbert W. Franke.

La versión que yo leí fue primero publicada por Editorial Bruguera en su edición de 1976 de “Lo mejor de la ciencia ficción alemana” y luego vuelto a publicar en la segunda antología de ciencia ficción editada por CONACyT (Conasejo Nacional de Ciencia y Tecnología) en 1980.

Incluso recuerdo haber visto su versión televisiva, donde un narrador leía el texto y en pantalla se mostraba una interpretación bastante interesante de lo que ocurría en la historia usando únicamente recortes de papel que representaban una nave espacial, sus habitantes y el “monstruo”, que CONACyT produjo para su programa educativo “Ciencia y desarrollo”.

El cuento tiene sólo cuatro hojitas, pero es bastante bueno. Es una “aventura espacial” dentro de una nave donde un misterio sirve como hilo conductor a una revelación mucho más importante para el protagonista y narrador. Para el momento en que se escribió, y para el año en que yo lo leí, esta revelación me pareció fabulosa, pero es probable que a los lectores de 70 años después no les resulte tan magnífica. Aun así, en mi opinión lo que rescata a este cuento es la forma en que está escrito y cómo maneja la perspectiva de primera persona para manejar el verdadero misterio.

El libro obviamente es inconseguible, pero el cuento en sí puede leerse en varios blogs dedicados a los relatos de ciencia ficción, así que pueden encontrarlo en línea.

Yo lo recomiendo muchísimo.